Dicen que hay mentiras piadosas,
yo no miento al decir que te amo
que llegué a ti sin esperar oferta
ni queriendo que fueras tú
quien reparara todos los daños.
Tampoco niego sentirme confundido
cuando aseguras que las hadas no existen
mientras juras tener a un dragón escondido
en el armario de tu habitación.
Puedo creer que es cierto si dices
que hay dos manzanas en el cesto
cuando ya he contado una docena,
y que nadie ha llegado tan lejos
ni más allá del horizonte
que asoma al mirarte a los ojos.
Acepto que he sido como un niño curioso
que se pregunta el por qué siempre
cierras las cortinas apenas se asoma el sol.
Que hay temores que no duermen
y conocen de memoria los gestos y palabras
de canallas que sólo juegan al amor.
Parece que el corazón se acostumbra a la mentira
y después de un tiempo
(cuando se ama el arma que causa la herida)
se vuelva inmune a la traición.
La certeza que sale de tu boca
me hace creer que mi felicidad eres tú,
y que debo dejar de hacer preguntas
como un mal estudiante
que acepta y no cuestiona lo que dice el profesor.
Sé que todo pasa
y que algún día mis miedos y mis dudas
se verán de frente
con el dragón que aseguras en tu armario,
y llegarán las hadas que confundí contigo
una tarde mientras se ocultaba el sol.
Entonces no tendré más excusas
para quedarme aquí por siempre
o irme con ellas sin decir adiós.
- Autor: Nasdlo F. Real (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2018 a las 21:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
Comentarios1
Me gusta mucho esas letras cargadas de imaginación.Yo soy fanática de las hadas aunque solo existan para mi,gracias.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.