Quedarme sin mi

Los días se han tildado diferente cambiando por completo el significado de vivir a algo tan inherente, inmóvil, tan simple que me aterra que la vida misma sea esto, sea una cotidianidad efímera sin sentido.

Un aire fresco sin tu huella marcada. Un parpadeo que extravía tu recuerdo. Un suspiro que extrañe tener un motivo.

Me decepciona estar solo y no por el hecho de estarlo, si no porque creí que el sonido mismo era arte y no un simple aullido de una sociedad lacerada.

Creía que que la piel era la única que sabía de lo que hablaba cuando se expresaba de lo eterno, nunca me dijo que cuando la costra cae hasta ella olvida.

Los días decidieron deshacerse del aire, de tus memorias y tus alardes, decidieron la autonomía de amor, de un amor corto con tintes de alargue, decidieron dejar de ser tuyos y pertenecerme, acobijarme del mal pasado, cuidarme y dejarme añorar un nuevo empezar.

No hay nada peor que estar triste y no saberlo,

Estar ausente del cuerpo y del alma,

Tener una piel callada,

La vista cansada de no verte y peor aún, de no aceptar que si te veo no eres tú,

Si no un triste engaño de lo que por ti siento,

Sintiendo tantas cosas por ti; ahora solo sé que te extraño.

Abundan tus pasos en mi soledad cimbrando mis ideas y dejándome sin ganas de mirar que ya te fuiste, que ya no serás tú, que tus manos ya no me tocarán y tus uñas no le gritaran a mi espalda lo excitadas que están.

A veces creo que esto fue un amor tan real que nunca nadie sabrá cómo aconsejarme y ayudarme a navegar en la plenitud, a bañarme en la realidad.

Mientras mi pluma sangra para yo dejar de hacerlo, llega con tanto silencio la nada, alentando que mejor no crea en nada y deje a mis ojos caer ante el sueño de tenerte y mi muda boca aprenda a ya no pronunciar tu nombre aunque mis labios tengan tus iniciales marcadas. Tanto que te acaricie que mis manos ya tienen la llave para vestirte de pasión y desnudarte el alma. Tanto que te amé que mi corazón late a la par del tuyo.

Tanto que fui de ti que mi cuerpo solo espera el tuyo.