Le contamos a los faroles de la ciudad qué tan importante era para nosotros nuestro amor;
nos brindaron su luz en cada parada con la tenuidad del romanticismo entre sus hermosas calles.
Nos dijimos promesas entre besos, y sólo fueron testigos nuestros labios.
Ven! Bésame la boca con tus besos de azúcar y embriágame con tu perfume.
Ya la luna me envidia! Qué gran amor! Que lindo sueño!
Mañana quiero soñar otro paseo más, contigo!...
- Autor: Ivette Troncoso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2018 a las 23:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Poesias de pasillo, Shane Spielrein
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