“Los buenos pensamientos siempre serán los correctos y las buenas intenciones nunca pueden estar equivocadas!”
Eduardo Faucheux
EL SOCORRISTA
Con valor, con su labor del día a día,
el Socorrista, con férrea voluntad y alegría,
pone garra a su fuerza y condimenta la vocación
para avanzar con la constancia y con sólida pasión.
***
No todos los días alguien se atreve a saltar al abismo.
No todos los días alguien puede conocerse a sí mismo.
No todos los días algunos pueden aprender enseñando
y no en toda ocasión el que aprende sale ganando;
porque, a veces, surgen algunos serios fracasos,
o donde grandes "maestros" se caen en pedazos.
***
Así, cada día es especial; cada día va y viene;
con posibles sorpresas, que nos entretienen;
como rompen sobre la playa olas espumosas,
trayendo -cuando vienen- enseñanzas valiosas,
dejando -cuando van- aprendizajes en la conciencia,
pintando paisajes en las memorias, plenos de experiencia.
***
Cada uno de nosotros tiene en sus propias metas, sus fronteras,
que limitan su forma de actuar y el cómo proceder de sus maneras.
Así, uno se prepara a dar auxilio o pedir ayuda, según las condiciones,
según sean notables las buenas capacidades o sus imaginadas limitaciones.
***
Por eso, el Socorrista es héroe de sus éxitos o de ser un mártir, el candidato;
Él sabe muy bien cuándo ha de triunfar o dónde "le aprieta el zapato";
lo que es capaz de hacer y de cuánta voluntad él tiene disponible;
de los medios que hace gala y de sus miedos más aborrecibles.
***
Así, a medida que pasan los años, va sumando experiencias,
se hace más observador, más sabio y con mayor inteligencia;
Con nuevas armas para enfrentar sus limitaciones y sus terrores.
Otras pocas veces, es al revés. Justifica sus inoperancias, sus errores,
bajo el pretexto de la edad, del físico maltrecho, de que "la hora ya pasó";
mas, jamás pierde la esperanza y vive con la ilusión ¡de que aún no fracasó!
***
Pero mientras las ganas están en plena juventud, es gran héroe el Socorrista;
los años siempre serán solo un pretexto porque -en su medio- es malabarista.
¡Y la Vida está llena de ejemplos que lo demuestran! ¡De héroes salvadores,
de mártires que dieron su vida salvando otras, atropellando sus temores!
***
Pasarán los años y surgirán unos nuevos y los viejos lentamente se irán;
pero, en recuerdos y en historias de héroes y mártires, persistirán
todas las presencias de quienes honraron a la vida, defendiendo
con las suyas; casi siempre ganando, mas, a veces... perdiendo.
***
Eduardo Faucheux
25-07-2018
- Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2018 a las 21:38
- Comentario del autor sobre el poema: LOS HÉROES Aplausos a esos héroes silenciosos que no necesitan monumentos, ni libros de historias, ni publicidades, ni barrabravas, ni, precisamente, aplausos ni hinchadas ni clubes de fanáticos. Los verdaderos héroes se mueven quedos, en el anonimato; son portadores de humildades, de privaciones sin exhibicionismos, sin mostrar la camiseta partidaria. Son los que ganan batallas sin vanagloriarse de sus triunfos. Son los que pierden combates pero no se resignan a ser perdedores. Tan solo se agachan para agazaparse para saltar a combatir todas las veces que lo consideran necesario. Los héroes no copian ni se adjudican las glorias ajenas. Eso es para maricas frustrados, a los que no se les cae una gota de imaginación y que son los que buscan frases ingeniosas de los sabios para hacerles creer a los estúpidos que sus filosofías son geniales. Héroes son aquellos que sufrieron y sufren en calladas situaciones, sin considerarse superiores, iluminados o especiales. Son los que aprenden por haber experimentado dolores en sus propios pellejos. El héroe no pregona de lo que es capaz. Solo lo hace. No muestra sus músculos... los pone a ejecutar, permanentemente, la danza del valor. Exhibirse es mostrar la debilidad, pretendiendo lucir la fuerza. Patético y lastimoso. El héroe es, simplemente, sin hacer alharaca, un Héroe, con mayúscula. Eduardo Faucheux. 14-04-2017
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, migreriana, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Muy cierto Eduardo, muy acertado, y un muy bello homenaje, a esos seres anonimos de los cuales muchisimas veces dependemos, y que pasan tan desapercibidos.-
Me adhiero, a tu sensible homenaje.-
un afectuoso saludo.-
Es mi actividad profesional, Ana María, además de Instructor de Buceo. Estoy escribiendo un manual de Rescate Subacuático y consideré que -en ese manual- debería incluir un poema de homenaje a todos mis colegas que sacrificaron sus vidas intentando salvar otras.
Es lo mejor que pude hacer por ellos.
Gracias por entenderlo.
Saludos, desde La Plata.
Hermoso poema estimado Eduardo
Un placer pasar por tus letras.
Saludos de amistad.
El Hombre de la Rosa
Pues... ¡qué sorpresa! Estimado Hombre de la Rosa! Se me había usted desaparecido del mapa! Qué placer tenerlo de nuevo entre mis comentarios!
Así que, entonces... ¡saludos de amistad, para Ud., también!
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