Entrelazado entre las sombras de la noche,
Expectante, escuchando solo al viento,
El tildar de su soneto,
Mientras la lívida luna se mece en un laurel,
Lucho por apurarme a tu encuentro.
Rodeo las sábanas, las enredo,
Las revoco de mi cuerpo y las tiro al suelo,
Las horas van y no logro conciliar el sueño,
Tal vez si me quedo quieto,
O quizás si me muevo un poco,
Minutos vienen y ¡no logro conciliar el sueño!
Trato de no preguntarme,
¿Llegaré tarde a tomar el té?
El horario habíamos quedado,
Sería después de jugar ajedrez,
Pero si no me apuro,
¿Llegaré antes de que parta el tren?
Las rosas nubes hacen juego con tu cabello,
Que el viento mueve como hoja de otoño,
Tus anteojos reflejan el cielo azulado
Y al sol que se oculta de ti enamorado.
De pronto tarareas en voz baja,
Do, Mi, Do, Sol, La,
Las notas comienzas a conjugar,
Re, Sol, Do, Sol, La,
Mi cuerpo ligero se comienza a elevar
Escuchando tu canción una vez más.
Y entre murmullos y voces lejanas,
Un tintineo de repente me llama,
Un reloj que con su diurna alarma,
De mi letárgico sueño por fin me arrebata.
Y así todos los días anhelo el momento,
En que la noche y Morfeo vengan a mi encuentro,
Y así poder verte y escuchar nuevamente,
Tu voz que entona, una canción de cuna.
- Autor: Adol J.R (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2018 a las 04:00
- Comentario del autor sobre el poema: Siento que te sueño diariamente, y diariamente me maravillo con tu voz y con la melodía de tu risa.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Amaneceres Abruptos
Comentarios1
Tu alma acuna el deseo de ver a esa mujer que entona una canción de cuna. Buen día.
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