Ahí estaba ella y como siempre ese cuerpo descomunal daba mucho que desear, te lo juro estaba temblando dentro, así que me decidí a dar pasos firmes como ese hombre temperamental que soy, me dispuse acabar mis nervios con un beso y de pronto la tome de sus caderas para echarla a la cama, "esa sensación de exitación y de nervios no era normal".
Era tomar sus manos contra la pared y poco a poco acariciar cada parte de su cuerpo, un beso entre su cuello y su mejilla era lo que quería saborear, después lentamente empezó la pelea entre cuerpos queriendo ganar el placer del uno a otro, besos, mordidas y un poco de gemidos entre esas cuatro paredes, eran dos amantes amándose odianse pero matando esas ganas de dos cuerpos ajenos entre sus manos...
- Autor: oliver_Garcia97 ( Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2018 a las 20:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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