Cuesta mirar a las calles
y comprender el silencio
de tantas tardes tranquilas
donde el calor es intenso,
pero las tardes de julio
y las de agosto son fuego,
y nadie quiere pasarlas
en los jardines del pueblo,
hay que esperar a la noche
cuando al ocaso, de nuevo,
vuelve el rumor a las calles
con las palabras y gestos,
de pronto surgen las voces
y las sonrisas al cielo,
porque el ambiente refresca
y están los cuerpos ligeros.
Pienso en las almas cansadas
y en los suspiros del pecho,
en tantas flores que un día
entre los labios surgieron,
y es que la vida nos cansa
y nos convierte en objetos,
en una simple rutina
que nos remite a un espejo,
éste se muestra en el alma,
con amplitud y reflejos,
para enseñarnos la imagen
que nos remiten los ecos,
puede que entonces termine
o que comience ese intento,
el de buscar cada día
una caricia y el beso.
"...Cuesta mirar a la vida
si no te miras primero,
porque con medias verdades
nunca estarás satisfecho..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/18
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2018 a las 14:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Flor de otoño, Luna en mar
Comentarios1
saludos estimado amigo
tu poesia llega con fuerza para poder deleitarme en ella, poesia que se extraña en el portal,
saludos amigables
Gracias Liborio.
Un saludo y feliz semana.
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