En las noches frías y oscuras
De mi humilde habitación
Donde dormía todos los días.
Nunca, nada ocurría.
Un día, en un triste y húmedo rincón
brotó una delicada flor,
estaba pálida y muy delicada.
Sufría mucho, la habían maltratado
La cuide y la regué con mucho cuidado.
Le dí calor y mucho amor.
Le dedique mis noches y mis días.
La atendí con mucha atención
Y le di mi comprensión.
Era tímida y delicada al comienzo.
Después creció alegre y vital
Y al abrir sus pétalos,
me concedió una hermosa sonrisa,
que iluminó mis días
e inflamó mi corazón
y lo llenó de amor y dulce pasión.
La flor me prometió
que siempre me amaría,
que nunca me dejaría.
Antonio Encinas Carranza
D. R.
- Autor: Antonio Encinas Carranza ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2018 a las 21:22
- Categoría: Amor
- Lecturas: 18
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