En mis manos uvas cultivé,
Sus raíces crecieron.
Sangre y savia conectadas.
Dos pulmones.
Mis manos se cubrieron de hojas
y las uvas maduras
como pichones crecidos volaron.
Ni polvo, ni terrones
Oraciones doradas.
- Autor: Pablo Rilke. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2018 a las 10:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Aichi
Comentarios2
Olorosos dorados salen de esos bellos versos.
Muchas gracias poeta Aichi. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.