Al parecer eran tan diferentes que no se soportaban
Él parecía un poco sicópata, ella; depresiva
Para él el día, para ella la noche, no sé bien porqué
Solo reproduzco lo que me han contado, sus efectos
Que tuvieron; hijos tan extraños, no supieron balancear
Tener agua y fuego dentro, apagarse e intermitente destellar
Él quería tomar, el control, derrocar el mando
No lo sé, o ella lo enloqueció, estas son solo posibles conjeturas
1) él la asesinó: -porque ella se fuera con otra
Divinidad del cosmos, renace de placer en otro universo
-Porque ella no rendía culto sino a sus hijos
Y el sol ya mismo interesaba menos que su vientre
2) ella lo dejó: -por arrogante o insoportable
Que era dejarse eclipsar sin el celo
Por violento, o lento o demasiado aburrido
Para la eterna cama del éter negro en el espacio
3) ello lo asesinó: -aburrida de violencia o su mal
Sexo y ocupó trasvestida su lugar, ahora subyace
En la inversión de los valores, como él a vista de sus hijos
4) él la dejó: -que se fuera simplemente, con el séquito
De matriarcas a fundar sus propias estrellas
Ya sin reventarselas en los muros del infinito orden
Ya sin arrañarle el alma, al llevar la luz a la saturación
3) o como adultos que eran: -cada uno decidió irse
Por su parte, ya de tanta discusión cíclica
Sobre quién iba atrás y quién adelante
Sobre cuál vestido ponerse ahora frente al espejo
Así, mejor desperdigarse, dividirse, multiplicarse
Ya de tanto colisión periódica y fundacional
5000 años para tu fervor, 5000 para acá
Y la verdad, es que nosotros, imposibles huérfanos
Búscanos restituir, una figura por otra
Más nunca convivir con las dos, hermanos de Edipo
Jamás considerarnos hijos, sino buscar la unión
Incestuosa con el cielo, la noche y el mar
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2018 a las 21:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
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