La silla de la pata rota

Ignacia.

Personas dormitando en el pensamiento inhumano.
Ella lo ha percibido.
Está en aquel puesto, con la cara escondida y señales inéditas.

Podrías gobernar sus territorios más desconocidos y amarla hasta que el aliento termine por agotarse.
Pero te has quedado sin ideas, esforzado por lo costoso del verano.
Como una triste tarde de otoño has caído en lo que debiera ser la suerte.
Y sientes, por no querer entregarte.
Y ríes, pero no veo a nadie más haciéndolo.

La silla de la pata rota y madera destrozada ha huido de tus raíces.
Entrégate a besarle hasta que se quede sin aire, 
ve a tomarla en tus brazos mientras susurras que serás su calor del frío invierno.
Y quizás, sólo quizás, yo podría perdonarte.

  • Autor: Beetlebum (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de mayo de 2018 a las 22:47
  • Categoría: Amistad
  • Lecturas: 47
  • Usuarios favoritos de este poema: Anton C. Faya
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • Carlos Eduardo

    Beetlebum: Magnífico
    Saludos



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.