HAGO girar mis brazos como dos aspas locas...
en la noche toda ella de metales azules.
Hacia donde las piedras no alcanzan y retornan.
Hacia donde los fuegos oscuros se confunden.
Al pie de las murallas que el viento inmenso abraza.
Corriendo hacia la muerte como un grito hacia el eco.
El lejano, hacia donde ya no hay más que la noche
y la ola del designio, y la cruz del anhelo.
Dan ganas de gemir el más largo sollozo.
De bruces frente al muro que azota el viento inmenso.
Pero quiero pisar más allá de esa huella:
pero quiero voltear esos astros de fuego:
lo que es mi vida y es más allá de mi vida,
eso de sombras duras, eso de nada, eso de lejos:
quiero alzarme en las últimas cadenas que me aten,
sobre este espanto erguido, en esta ola de vértigo,
y echo mis piedras trémulas hacia este país negro,
solo, en la cima de los montes,
solo, como el primer muerto,
rodando enloquecido, presa del cielo oscuro
que mira inmensamente, como el mar en los puertos.
Aquí, la zona de mi corazón,
llena de llanto helado, mojada en sangres tibias.
Desde él, siento saltar las piedras que me anuncian.
En él baila el presagio del humo y la neblina.
Todo de sueños vastos caídos gota a gota.
Todo de furias y olas y mareas vencidas.
Ah, mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano.
Ah, mi dolor, amigos, ya no cabe en mi vida.
Y en él cimbro las hondas que van volteando estrellas!
Y en él suben mis piedras en la noche enemiga!
Quiero abrir en los muros una puerta. Eso quiero.
Eso deseo. Clamo. Grito. Lloro. Deseo.
Soy el más doloroso y el más débil. Lo quiero.
El lejano, hacia donde ya no hay más que la noche.
Pero mis hondas giran. Estoy. Grito. Deseo.
Astro por astro, todos fugarán en astillas.
Mi fuerza es mi dolor, en la noche. Lo quiero.
He de abrir esa puerta. He de cruzarla. He de vencerla.
Han de llegar mis piedras. Grito. Lloro. Deseo.
Sufro, sufro y deseo. Deseo, sufro y canto.
Río de viejas vidas, mi voz salta y se pierde.
Tuerce y destuerce largos collares aterrados.
Se hincha como una vela en el viento celeste.
Rosario de la angustia, yo no soy quien lo reza.
Hilo desesperado, yo no soy quien lo tuerce.
El salto de la espada a pesar de los brazos.
El anuncio en estrellas de la noche que viene.
Soy yo: pero es mi voz la existencia que escondo.
El temporal de aullidos y lamentos y fiebres.
La dolorosa sed que hace próxima el agua.
La resaca invencible que me arrastra a la muerte.
Gira mi brazo entonces, y centellea mi alma.
Se trepan los temblores a la cruz de mis cejas.
He aquí mis brazos fieles! He aquí mis manos ávidas!
He aquí la noche absorta! Mi alma grita y desea!
He aquí los astros pálidos todos llenos de enigma!
He aquí mi sed que aúlla sobre mi voz ya muerta!
He aquí los cauces locos que hacen girar mis hondas!
Las voces infinitas que preparan mi fuerza!
Y doblado en un nudo de anhelos infinitos,
en la infinita noche, suelto y suben mis piedras.
Más allá de esos muros, de esos límites, lejos.
Debo pasar las rayas de la lumbre y la sombra.
Por qué no he de ser yo? Grito. Lloro. Deseo.
Sufro, sufro y deseo. Cimbro y zumban mis hondas.
El viajero que alargue su viaje sin regreso.
El hondero que trice la frente de la sombra.
Las piedras entusiastas que hagan parir la noche.
La flecha, la centella, la cuchilla, la proa.
Grito. Sufro. Deseo. Se alza mi brazo, entonces,
hacia la noche llena de estrellas en derrota.
He aquí mi voz extinta. He aquí mi alma caída.
Los esfuerzos baldíos. La sed herida y rota.
He aquí mis piedras ágiles que vuelven y me hieren.
Las altas luces blancas que bailan y se extinguen.
Las húmedas estrellas absolutas y absortas.
He aquí las mismas piedras que alzó mi alma en combate.
He aquí la misma noche desde donde retornan.
Soy el más doloroso y el más débil. Deseo.
Deseo, sufro, caigo. El viento inmenso azota.
Ah, mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano!
Ah, mi dolor, amigos, ya no cabe en la sombra!
En la noche toda ella de astros fríos y errantes,
hago girar mis brazos como dos aspas locas.
- Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2018 a las 01:02
- Comentario del autor sobre el poema: Autor: Pablo Neruda. Ricardo Reyes Basoalto (Pablo Neruda) nació el 12 de Julio de 1904, en Parral (Chile). Fue hijo de José Reyes y Rosa Basoalto. Desde los dos años vivió en Temuco. Desde los 13 escribió artículos periodísticos y poemas. A los 17 se trasladó a Santiago y estudió pedagogía. HACE UN BUEN TIEMPO que deseaba interpretar una vez más, un poema de Pablo Neruda. Debo reconocer que es un gran riesgo hacer, pero la verdad, me animo interpretar tal cual como siento esta belleza literal de su autor. Si no fuese de vuestro agrado, mucho lo lamentaría. Espero les agrade. Feliz día, amigas, amigos del alma. Hugo Emilio.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, María C., Alexandra L, JoseAn100, Al Duborg, Héctor Martínez Sanz, alicia perez hernandez
Comentarios8
Ah!!!... maravilloso poema de Pablo Neruda!!
Magistral es escucharlo en tu voz.
Lo has expresado con firme convicción y seguridad y me ha resultado una belleza!!
Mis reverencias ante tu espléndido decir y celebro que hayas elegido un poeta de tamañas condiciones!!
Un fuerte y cordial abrazo!!!
Maravilloso poema de Pablo Neruda, sí, Jorge!
Gracias amigo.
Me alegro te haya agradado.
Reverencio tu comentario; me hace muy feliz.
Un fuerte y sentido abrazo !!!!
Excelente interpretacion y un lujo de poema...Deleite infinito...
Gracias Hugo...magistral tu decir !
Muy agradecido por tu visita y comentario, Syol.
Gracias por acompañar... y tus sentidas palabras.
Acéptame un abrazo fraterno!!
Hugo maravillosa interpretación de un profundo poema de uno de los grandes de las letras hispanoamericanas y mundiales. Me encantó. Abrazo amigo
Fabio. Sabes cuánto amo la interpretación.
Me debía esto que he interpretado.
MUCHAS GRACIAS POETA.
Que te haya encantado, me hace muy feliz.
Abrazo amigo!!
El gran NERUDA, y que orgulloso estaría de sentir su verso en tu voa Hugo Emilio.
Fue un hombre atormentado y en sus poemas salen sus desgarros, así se liberaría, eso hace la poesía.
Un abrazo
Qué hermoso lo que me dices, Kitty.
Sus letras han quedado para la posteridad.
Y mi sentir fue... interpretar...
Mi alma te agradece.
Un abrazo.
Y tu voz con sus letras igual querido mío.
Un petonet.
Que decir, Neruda uno de los grandes de las letras, en su voz una bella entrega Hugo. Placer leer y escuchar.
Un saludo cordial, feliz tarde, Alex.
Un gran placer estés presente, amiga.
Muchas gracias.
Saludo cordial.
Feliz tarde.
Hugo Emilio.
Impresionante.
Somos frágiles, un segundo estamos aquí y al siguiente en ninguna parte.
El equilibrio físico del universo es frágil.
Como si el poeta intuyera en su propio dolor y debilidad que no cabe en él esta inmensa fragilidad de todo.
Hermoso todo.
Un abrazo poeta, brillante lectura, un placer
(*) ¿Este poema es de residencia en la tierra?
Muchas gracias, poeta.
Tu sabiduría es elevada.
Me agrada.
No entiendo exactamente tu pregunta.
Un abrazo.
¿Este poema de Neruda es uno de los poemas del libro conocido como "Residencia en la tierra" ?
No sabría responderte, Tokki.
Yo lo extraje por Google.
El más grande...inmenso en tí.
Muchas gracias, JoseAn.
Uff Qué te digo, mi bello amigo Hugo, en bello de precioso te quedó, sin duda elegiste al poeta de poetas, Pablo Neruda, mi poeta favorito y = SI TU ME OLVIDAS= es mi poema favorito, haber cuando lo recitas, abrazos mil con saludos
Muchas gracias por presencia y comentario, Alicia.
Lo he de tener en cuenta.
Abrazos mil, mi dulce amiga.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.