Yo me pregunto si estás dormida,
si acaso sueñas y vas a pie,
porque esa gracia que en ti palpita
hace que sueñe de día y bien,
que te acompañe por los paseos,
cuando descansas y en el café,
así te veo y así te miro
tomando un zumo con ron y miel;
ya sé que es algo que suena amargo
y que parece ser de revés,
pero no importa si estoy contigo,
si te acompaño y no sé que hacer,
porque estas cosas, cual chifladuras,
son importantes por un aquel
y si aprovecho que al ver tus ojos
me veo en ellos ya somos tres...
Entonces niña seamos pobres,
sigamos niños en el ayer,
en ese tiempo, quizás lejano,
que hemos vidido de forma fiel,
ahora rompamos viejos tabúes,
pequemos pronto de diez en diez,
y disfrutemos de nuestras fuerzas
con nuestros cuerpos sin tener juez,
y así seremos lo que queramos,
lo que nos dicten razón y ser,
nuestras lujurias y las pasiones
tendrán el agua para la sed;
y un día acaso, no muy lejano,
veremos juntos atardecer,
y nuestra noche será otra noche
donde la luna nos de su hotel...
"...Yo te pregunto si tú me quieres,
pues yo te quiero y no sé que hacer,
y entonces veo que tu sonrisa
es la respuesta que da tu piel..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/05/18
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2018 a las 14:48
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Luna en mar, Iván Terranova Cruz
Comentarios2
Felicitaciones, desarrollaste, muy bonitas metáforas y sustanciosas imágenes... y el tema muy bueno también...
Gracias Iván.
Los versos más dulces jamás vistos !!!!
Gracias "Migreriana"
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