Mis sueños no son más que polvo:
la realidad viva es aún más bella
que cualquier de mis expectativas.
Cada vez que intento encontrar
la frontera entre yo y el universo
creada por mi mente, se me escapa
totalmente. La confusión y el derroche
de mi preciosa energía fueron
la única ganancia despues de toda
mi verbosidad y intelección.
Y sin embargo, a pesar de todos
mis numerosos pecados, mi amor
hacia las cosas ordinarias
aún sigue vivo,
aún me canta,
aún me cuida.
- Autor: timpd ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2018 a las 14:53
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
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