Hoy quiero hacer un monumento, pero no de piedras, ni tierra, maderos o cemento, sino con palabras que salga del centro del corazón, palabras que sean eternas, que ni el tiempo las borre, que permanezcan indelebles para que se recuerde que existió una gran mujer, que me sostuvo en sus brazos y cuando débil nunca me dejo caer, pero si caía me levantaba, me apoye en su hombro y me enseñó a caminar dos veces, por eso aclaro que gracias a ella soy un milagro.
Ella es la mujer que me ayudo a ser muy fuerte, a discernir lo bueno de lo malo, la que me inspiro a darle valor a los latidos del corazón, la que cuido mi sueño cuando enfermo, la que me consoló cuando una pena me embargo, la que durante mis juegos por las mañanas me hacía héroe de mil batallas, la que despejo dudas cuando mi curiosidad fluía, la que hacía que aumentara mi fantasía cuando en navidad un regalo me traía, la que hacia milagros trayéndonos un bocado, aunque sufriera por dejarnos por un rato abandonados, la que soporto noches en vela cuando enfermo me veía, la que no le importaba los truenos, relámpagos ni lluvia si tenía que ir al trabajo, la que un dolor dominaba con desgano para no preocuparnos, la que callada e inmóvil detenía una lagrima para no demostrar ser débil, la que enfrentaba la vida con la cara al sol, la que sufrió la partida de improviso de un hijo a mejor vida, pero no descuido a los demás.
A esa hermosa viejita, que tenía un corazón tan tierno y fuerte, que cuando partió mis lágrimas hizo rodar.
A esa mujer que a pesar de los años que en su momento cargo, era tan fuerte como el hierro con sentimientos de terciopelo…a la mujer que me refiero, es mi madre, mi dama de hierro.
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Identificador: 1710114318296
Fecha de registro: 11-oct-2017 19:23 UTC
Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0
Autor: Juan Hernandez
- Autor: Sendero poético (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2018 a las 01:06
- Comentario del autor sobre el poema: Poesía dedicada a mi madre, un abrazo vuela hasta esa nube donde duermes y todos los días me visita, tu sigues en mi corazón y no hace falta decirte que cada que te escribo algo, las letras en mi papel se difuminan por mis lagrimas.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: LAYA MIR MAR
Comentarios2
Hermoso homenaje a tu madre, Juan...felicito tu prosa especial. Un saludo.
Saludos mi estimada poetisa, y gracias por tomarte un poco de tu tiempo para leerme, abrazos.
Que hermoso monumento es un escrito q me ha emocionado, mi madre no era así, tan grande como la tuya, pero a pesar de todo ... La añoraba y soñaba así, no obstante, la amaba tanto q la sentía igual... Tu madre es como un a Cruz hermosa que existe en Madrid. En el valle de los Caídos. La cruz más grande para ella, aunque tu monumento es el mejor.
Un saludo
LAYA MIR MAR
Gracias por tus bellas palabras hacia mi madre, sobre todo por la comparación tan bella (ya vi el monumento en la red.), solo puedo agregar que no hay madre pequeña, todas son grandes al igual que la tuya, estoy seguro que todas son capaces de dar la vida por sus hijos. Te mando un gran abrazo.
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