Los gallos, no.
El quiquiriquí murió con el Crepúsculo.
Los colores del cielo:
En la madrugada, el cielo blanco
con restos de la noche colgados en el aire como murciélagos.
En el Alba, un cielo de porcelana
con matices azules, y un sol arropado
titiritando.
- Autor: Pablo Rilke. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2018 a las 08:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
Comentarios2
Este poema está referido al Otoño inglés
El otoño es una de las estaciones más hermosas, empezando por la del ser humano.
DTB SIEMPRE
Muchas gracias poeta. Saludos.
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