Aunque parezca contradictorio, dado que no creo en dios, hay pocas personas que despierten tanto mi admiración como una monja. Jamás he juzgado a alguien por su manera de pensar, aunque sea contrapuesta a la mía, sino por sus hábitos de vida. Soy el primero en reconocer que ni yo ni nadie estamos en posesión de la verdad absoluta, y aunque tengo una serie de principios que son innegociables, permanentemente mantengo un conflicto de ideas en continua ebullición. Si no soy creyente no es porque mis padres me lo hayan inculcado. ellos no creían en dios pero no me han impedido nunca ir a una iglesia, siempre he tratado de documentarme acerca de religiosidad hasta que he sacado mis conclusiones. Es posible que sepa más de catolicismo que muchos beatos que no han leído ni un salmo de la biblia. Esos son los que más miedo me dan, porque en el fondo no tienen la conciencia tranquila y necesitan confesarse día sí y día tambíen de los pecados que van cometiendo. Lo que es innegable es que, aproximadamente el 70 por ciento de las guerras que han habido en la historia de la humanidad, han sido causadas o han tenido como detonante los motivos religiosos. Que si mi dios es mejor que el tuyo y por eso te mato...Si existe dios, ¿como permite que todas estas atrocidades ocurran, y que sus hijos se masacren en su nombre?
El caso de las monjas merece un capítulo aparte, y cuando hablo de monjas, me refiero a las que lo son de vocación, sobre todo las de clausura. Posiblemente haya monjas que cometan actos viles, hace unos días sorprendieron a una en Bolivia pegándole a un anciano. Pero a mi modo de ver son sucesos muy aislados. Aun no he oído que una monja abuse de un niño. Parece ser que, sobre todo en la época franquista, los niños que iban a colegios católicos recibían una educación muy estricta, pero ellas son las primeras que se aplican esos códigos de disciplina espartana. No me refiero a conventos que estuvieran bajo presión de la dictadura. Por aquel entonces, la educación en general, incluso en el mismo hogar, era bastante rígida. Hablo de una etapa como la actual, en la que hay establecida una supuesta democracia. El hecho de que una mujer decida renunciar al abanico de tentaciones que ofrece la sociedad de hoy en día, renegar de formar parte de la jauría de caníbales y encerrarse de motu proprio entre los muros de un convento para llevar una vida espiritual, de completa abnegación, alejada de la codicia y todo lo que esta conlleva, llámese vicios, llámese consumismo, llámese pisotear al prójimo para tener más que él, llámese ambición de todo menos de conocimientos, e.t.c. , como digo, merece todos mis respetos. Este tipo de personas ya se han ganado el paraíso sin pasar por el cielo.
MONJAS
Oh hermanas
que os entregáis a la fe
en cuerpo y alma.
Desde la novicia
a la madre superiora
os sentís tan libres
entre los muros
del convento,
que rezáis por los esclavos
que hay en el exterior.
Hermanas de la orden
anticapitalista,
vuestra abnegación
no tiene ninguna arista.
Sor Rosa, Sor Azucena
Sor Margarita, todas
flores y ninguna sórdida.
aunque no podáis
tocar a los hombres,
permitidme que os abrace
sin que os sintáis sucias.
Dios no os lo tendrá
en cuenta, eso seguro.
Por lo que a mí respecta,
tampoco os preocupéis,
pues ya nací condenado.
Quien pudiera vestir
vuestro ejemplo
y seguir vuestros hábitos,
habitos tan bondadosos
como descoloridos.
oh hermanas,
vosotras si que sois sagradas.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2018 a las 08:46
- Comentario del autor sobre el poema: Quiero dejar claro que esto no es ninguna sátira ni estoy siendo sarcástico.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
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