Va royendo las entrañas,
de los cerebros ausentes.
Pudriendo las fibras nobles.
Emponzoñando las mentes.
Cercenando la nobleza,
que se retira inconsciente.
Lleva en su mano el estigma.
La marca que le doblega.
Lleva impresa en la razón,
una latente leyenda.
La muda voz escondida.
Siendo en su cuna legítima,
se repliega en un rincón.
Despierta el niño dormido.
Vapulea las conciencias,
que en el limbo hacen su nido.
Rompe al centro la razón.
Y somete al sentimiento,
a una auténtica emoción.
Mostrando a la inteligencia,
el sutil entendimiento.
Borrones sobre el papel.
Que con gesto generoso.
Quiere escribir algo hermoso.
En los renglones rugosos,
que le dieron al nacer.
Sonidos que van bailando,
en los labios de oropel.
Líneas de trazos torcidos.
Aviesamente escondidos,
en los pliegues del olvido.
Señalando los caminos,
que se separan de el.
Bordes cortantes de anhelos.
Como ese frágil velero.
Que por la olas batido.
Navega sin timonel.
Tenue sonrisa que aflora.
Mirada que de soslayo,
busca la complicidad.
En la eterna inmensidad,
de los sentidos perdidos.
Vive la autenticidad,
escondida en los caminos.
Rescoldos de la ilusión.
Que fruto de la pasión,
deambulaban confundidos.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
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