Eva y Anna
fueron a mi encuentro
esa tibia tarde
de otoño.
Eva
solo miraba
sin pronunciar palabra.
Inquieta Anna
desde atrás
como si fuese Eva
me dijo
cómo estás.
Bien, les dije
mirando a Eva
mientras Anna
nerviosa
tapó su cara
con ambas manos
escondiéndose, tras Eva.
Dime Eva
que sientes por mi
le pregunté.
Anna empuja
a Eva
y exclama.
Yo solo siento
amor
y Eva
no lo dirá
aunque sabe
que somos una
y tu eres
dos
que no podrán
saber
quién ama
a quién.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2018 a las 10:27
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: pani, anbel
Comentarios2
Sinceramente no lo pillé
¿A cual de las gemelas?... El juego surrealista, es que él veía a dos y ella/s, aparentemente tenía/n ante si a un hombre que suponía/n dos.
También, lleva a que los gemelos, juegen a la confusión desde la semejanza física y mental.
Un abrazo.
Esteban
Gracias, volvere a leer...
Un abrazo Esteban
No hay dos personas exactamente iguales, ni siquiera los gemelos, cada uno con una perspectiva.
Por otra parte la marca de un lunar puede cambiarlo todo.
Un abrazo
El tema es como vemos la realidad, tanto del lado de ella/s, como de él/ellos, veían al/os otro/s.
Eso explica que uno ve la realidad, desde su propio sentido.
Desde el punto de vista, de la historia, el surrealismo juega con la situación inquietante de superposición de realidades.
Un abrazo.
Esteban
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