Si tan sólo ...

Si tu mundo colapsa,

si tu cuerpo se cansa,

si tus manos tiemblan,

y lo que sostienen se destroza.

Si tus ojos se humedecen

y tu alma cede,

tus miedos vuelven,

o tu paz se desvanece.

Si nadie te besa,

te caes sollozando,

del dolor te sientes presa,

o cuando duermes tu pulso te va abandonado.

Si tu respiración se agita,

si no nos hemos tocado,

tu corazón al vernos se excita,

o aún no hemos amado.

Si tu soledad te persigue,

si algo más que el destino decide,

vas a cualquiera entregándote

y terminan hiriéndote.

Aunque te des a quienes no lo merecen,

apostando todo a los que nada ofrecen.

Aunque te veas culpable

o te consideres inestable.

Si te dejan ir,

y te quedas sin nada ni nadie.

Aunque tus pies descalzos se corten,

o tus piernas, agotadas, se doblen.

Si caes en picada,

agrietada por los golpes y las fallas,

y tus sueños te son negados.

Si tus labios a hablar son forzados.

Cuando los fantasmas ronden a tu alrededor

y ningún rincón te sea acogedor.

Cuando no te pidan perdón 

e intentes con todo lo que eres reprimir el dolor.

Aunque ardas de furia y amarguras,

cegándote la razón, incluso la cordura,

o el día no alumbre tu camino,

y se esconda nuevamente, paulatino.

Si no alcanzas la cima de los montes,

y el frío te impide dar un paso más.

Aunque lo que te paraliza nunca afrontes.

Aunque lo que arrebatas nunca de vuelta lo das.

Si te vuelves lúgubre y apagada,

aunque tu vida la des por fracasada.

Si los años te caen encima

y lo que prometiste sabes ahora, jamás se cumpliría.

Cuando no sepas en tu historia que más escribir,

te convenzas de la decepción de vivir.

Cuando la persona del espejo sea extraña para ti,

 y te preguntes si hay manera de todo repetir.

Si olvidas todo lo que eras,

aunque el amor no alcance para averiguar quién eras.

Cuando sin importar qué, aceptases lo que fuera,

sabrías cuanto te amo, si lo supieras...