EN LA GIGANTESCA NORIA

 

Una sombra se alimenta,
de la verdad que se oculta.
Se va volviendo más negra,
si la mentira se acerca.
Y se torna transparente,
cuando el respeto la acecha.

El miedo grita al valor.
El valor queda en suspenso.
Pero pasando a la acción.
Calla el impotente miedo,
que mudo se replegó.

Lentamente se retira,
la luz que anula la sombra.
Pero, la sombra de nuevo.
Vuelve a oscurecer la luz.
Una batalla constante
Que ensombrece e ilumina,
cada vida que aparece.

Goces y luces se miman.
Sombras y gestos se abrazan.
En la gigantesca noria,
donde se gesta la vida.
Algunas veces abajo,
otras veces en la cima.
Y nadando entre dos aguas,
van aquellos que claudican.

En el tenue balanceo.
La hoja que mueve el viento.
Va dibujando piruetas,
aleatorias, sin concierto.
Pero va siguiendo el rumbo,
en su errático trayecto.
El tiempo marca los tiempos.

Se va una vida alejando.
Mientras van llegando otras.
Y así se van alternando,
la claridad y la sombra.
Se recoge la cosecha.
Otras nuevas frutas crecen.
Renovando cada siembra.
A. L.
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