Llegaste a mi como menos lo esperaba, fue esa mirada tuya, profunda, intensa, la que me dijo que buscabas algo.
Nunca pensé que fuera a mí a quien buscabas, nunca me imaginé que podría ser yo la elegida, cada palabra tuya me hacía entrar en un mundo que no conocía, supiste envolverme, calentar mi alma, recuerdo cada palabra, cada paso que diste conmigo para saber si era yo, pero en realidad fui yo la que encontró una manera nueva de vivir, de sentir, de respirar, y es que encontré mi ángel, mi amo y señor, a quien le soy fiel.
A ti mi dueño, no olvidó el día en el que me llamaste mía, me dijiste que que era un buen prospecto para ti, que yo sería tu sumisa, tu complaciente, tu amante, tu debota.
Y es que estoy aquí para complacerte, para cumplir tus fantasias que ahora son mías, estoy aquí para ti como tú para mi, aprendiendo para ti, obedeciendo cada orden, atesorando cada gesto, cada sonrisa.
Porque la primera vez que te Vi sentí que eras ese ángel caído y benevolente que había llegado a mi vida para sumirme en un mundo de eterna obediencia y pasión.
El fin de ser adiestrado.
- Autor: Missa_missa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2018 a las 01:24
- Comentario del autor sobre el poema: Es el comienzo de mucho que les contaré. Acerca de mi primer amo y mi camino a la sumisión.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Missa_missa, Poesias de pasillo, Edmundo Rodriguez
Comentarios1
Muy hermosa y bien redactada prosa, nos compartes, Missa. Un cordial saludo.
Muchas gracias, tengo algo especial para esta noche y es como me hizo tan maravillosa propuesta.
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