(I)
Aquellas extrañas gaviotas...
con la tarde se extasiaban,
destiladas de belleza...
deshojaban su desaire,
malheridas de congoja...
y de impertérrita aprensión,
deslazaban sus espinas...
desnudadas de ambición.
(II)
Los ángeles custodios
se desatan...
entre delirantes
almanaques deslazados,
erguidos
de impura compostura,
heridos de hierro
se desangran,
yo sé de una alondra
desnuda en sus cristales...
entre lánguidos
y pálidos latidos,
en yermos
hipocaustos se estremece...
entre noches
de aurora malgastada,
vencidas...
de impura lozanía,
en la esencia
desgarrada
de su alma.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2018 a las 04:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, *Artemisa*
Comentarios3
Oye esto es muy bueno! Felicitaciones, te seguiré leyendo.
Preciosas gaviotas y que lindo que no tengan ambición y sean libres y sencillas querido Pani
Todo es tan breve, como el fulgor del lucero, ahogado por el nuevo día.
Un abrazo.
Esteban
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