Entró en puntas de pie,
creyó que volaba,
sintió el espacio entre su cuerpo y el piso.
No se dio más que un permiso,
pensó que solo uno bastaba.
Pero se fue.
Miró la letra apurada,
el papel ajado.
Nada la convenció.
Frente a sus ojos estaba el pasado,
en una palabra que dibujó su adiós:
un adiós despacioso de miles de tardes en silencio,
un "hasta luego" dicho en miles de pequeñas sílabas,
un final anticipado.
Quizás un comienzo que nunca debió ser
estaba terminando frente a sus pies.
Detrás del ventanal la brisa silbó una canción
que jamás se repetiría,
que nunca desentonaría,
que la acompañaría.
Entró en el cuarto con una sensación
pero salió de él con otra muy clara:
ya no eran posibles las palabras,
ni las explicaciones tan vanas,
supo que estaba cerca,
supo que ya no volverá.
- Autor: José Memijos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2018 a las 15:51
- Comentario del autor sobre el poema: Los hijos no son propiedad privada, no nos pertencen..ni tampo su libertad.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Amalia Lateano
Comentarios1
Me encnatan los poemas en tercera persona.
Muy logrado !!
Amalia
Bueno, Amalia muchas gracias por tu lectura y concepto. Espero leer un poema tuyo
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