«Démen una probadita
de sus istmos mamacitas.
Una lección lenta de sus actitudes.
O sea, un asalto al borde
de la tranquilidad de un festín».
«Y no suelte mis pelotas Andrea
que ahí viene Minerva
erguida de felicidad
pidiendo que mis manos y falo
la eleven más allá».
Sus manos justicieras me elevan,
ay, sus labios llevan mi sabor
—alto delirio—.
«Lectora o lector, espero entienda
mi situación actual.
O sea, esta mi inquietud tropical».
«Quiérase, déjeme ver Andrea
cómo se alivia su mal
mientras cojo y cojo
a Minerva por atrás».
- Autor: Julián Riveira Dosártes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2018 a las 12:29
- Comentario del autor sobre el poema: Felices los tres jajaja Bit.do/jardosartes
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 85
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