Autora: Rossi Er
Imborrables y profundas,
silentes y mortales,
así son las cicatrices que
han herido nuestro suelo.
Serpentean por los caminos,
por sembrados y plantíos
que otrora fueron, el hogar
del desplazado campesino
Cicatrices forjadas con saña
por la violencia política,
la opresión del indefenso,
o el abandono del gobierno.
Por la perpetua corrupción
y sus nefastos carruseles,
por la conquista a sangre y fuego
en las zonas campesinas.
Heridas de muerte e impunidad,
de odios y rencores,
de pobrezas y miserias,
de la opulencia del injusto
y del hambre de los niños.
Cicatrices sanadas en falso,
heridas internas y profundas,
germinadas en el miedo,
el silencio y la impotencia.
Cicatrices perennes...
que se deslizan por la patria
agazapadas y silentes,
esperando tal vez mutar...
¡con la piel longeva de la historia!
Derechos registrados de autor
Colombia
Diciembre 14 – 2017
Comentarios2
Las cicatrices siempre cierran dejando un reguero de recuerdos, las de este poema son las peores que existe ya que son recibidas los más inocentes.
Pienso que tu lo recitas lo mejor para alguien que escribe.
Un beso sin cicatrices.
Muchas gracias por su tiempo Gaston Campano.
Cariños escritora
Buen día Tokki
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