Una noche, conociendo la soledad de la rosa, la luna le pidió:
- ¿no estás cansada de esperar?
- posiblemente. Pero debo continuar a luchar.
-¿Por qué?
- porque si no me abro, me marchito.
En los momentos cuando la soledad parece atropellar toda la belleza,
no tenemos otro medio de resistir que de quedar abiertos.
agus
- Autor: agus (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2018 a las 18:03
- Comentario del autor sobre el poema: Inspiración leyendo a Paolo Coelho (Poeta Brasileño).
- Categoría: Triste
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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