En este arrabal pluviosa la tarde
en silencio contemplo un gran espejo,
con atención observo aquel reflejo
flamígeros ojos aún mi alma arde;
el tiempo pasa es inmisericorde
plasma en mis manos, en mi faz huellas,
algunos sueños ya no son estrellas
suena la vida con más de un acorde.
Bebí del amor sus exquisitos vinos
que han sahumado mi infinito templo,
cobijandome entre cuerpos divinos;
cubrió mi aura espesa bruna del cielo,
baje al profundo del abismo sin caminos
vi morir ávidamente mi anhelo.
En aquella balanza del bien y el mal,
se difumina el pasado en el cristal.
- Autor: Escritor Nocturno (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de mayo de 2018 a las 14:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 19
Comentarios1
Excelente escrito! Un placer leerlo. Saludos!
muy amable de tu parte Yasmelyn, gracias por leer las letras de este humilde vate,
le envío un cordial saludo desde México.
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