Conciencia sumergida

Hace ya unos cuantos siglos,

por proteger mi conciencia

de cualquier inclemencia,

decidí fabricar un ánfora

para guardarla en su interior.

Para ello empleé la arcilla

más pura que encontré.

Al barro le agregué,

por dotarlo de impermeabilidad,

un borbotón de mi sangre.

esto me aseguraba

que los glóbulos

(blancos o negros)

obstruirían el más mínimo poro.

la hice de panza espaciosa

y boca larga y estrecha

para que cupiera todo el contenido

sin que fuese manoseado.

durante décadas permaneció,

mi más preciado tesoro

a buen recaudo dentro

de la vasija hecha a conciencia.

Pero en uno de tantos

naufragios de mi encrespada mente,

el ánfora cayó por la borda

y ahora yace,

con la conciencia dentro,

en las profundidades marinas,

apoyado de costado en la arena.

Al estar lleno de inmaterialidad,

ha sido ocupado por un cangrejo

que cada vez que ve acercarse

a un tiburón lo espanta

con el chasquido

de sus amenazadoras pinzas

y se resguarda en su oquedad

cuando un pulpo

trata de atraparlo

con sus pegajosos tentáculos.

HOY HA NACIDO UN ÁNGEL (20 de mayo de 2019)

Hija, hoy ha nacido tu sobrino Ángel. No ha elegido mal día para venir al mundo, pues hemos tenido una agradable jornada primaveral. Parece ser que tu Paqui ha empezado a sentir contracciones a las 5 de la mañana, momento en que sus padres la han llevado al hospital, y a las 3 y media de la tarde, más o menos, ha dado a luz. Al igual que te ocurrió a ti, se ha resistido a llegar a este complicado mundo, y tras pensárselo durante unas 10 horas, al fin ha pedido paso.

Teniendo en cuenta que tu hermana es madre primeriza, habrá tenido un día duro. Para una mujer, el hecho de alumbrar a un hijo debe ser algo maravilloso, pero el mal rato del dolor físico derivado del parto no debe ser plato de buen gusto, y en ese sentido, siempre he sentido gran admiración por las mujeres. Resulta encomiable su tolerancia al dolor, mayor que la de los hombres, sin duda. Personalmente, nunca me ha preocupado demasiado el dolor físico, no así el moral, pero de verme en la situación de tener que parir, creo que ni una dosis de anestesia en cantidades industriales conseguiría calmarme. Eso mismo le he estado diciendo esta tarde a tu tía Asun, que sois unas sufridoras natas.

Al estar tu madre en el hospital, me he pasado por el colegio a recogerte y nada más salir, me has dicho que hoy nacía tu sobrino, siendo notoria tu agitación. Como yo también estaba cansado, tras haber trabajado toda la noche, después de comer hemos dormido un rato la siesta. A eso de las 6 nos hemos levantado y se me ha pasado por la cabeza llevarte al hospital para que vieses al bebé pero al final he deshechado la idea, pues estás algo resfriada y no es lo más conveniente para ti ahora ir a un hospital. Aparte, no me gustan los hospitales, son un mal necesario y los piso solo cuando no hay más remedio. Hasta ahora, nunca he tenido un ingreso hospitalario y si tiene que llegar el momento, espero que aún falte mucho. Ya lo verás mañana o pasado cuando le den el alta a tu hermana y tendrás tiempo de sobra para poder estar con él. Estoy convencido de que lo vas a cuidar mucho y le ofrecerás toda la atención y el cariño que te sea posible. Eres muy cariñosa y responsable y quieres con locura a tus hermanos, como ellos a ti, en una reciprocidad afectiva sin fisuras. Ellos son personas muy nobles y siempre han estado pendientes de que no te faltase nada y te han dedicado toda su protección y todo su amor. Hasta ahora habías sido la "chiqui" de la familia, pero el nacimiento de Ángel hoy, sumado al de la niña que tuvo tu tío Martín hace unos meses, es otro ejemplo más que demuestra que te vas haciendo grande, hijica.