El marco dorado

Esteban Mario Couceyro



Quiero pintar

en un lienzo blanco

tus ojos

……...

que me miren

enamorados

y la boca

iniciando las palabras

del deseo

esas que llevan vientos

y conmueven el paisaje

en nubes que giran

y dejan agua

en la tierra sedienta.

 

Quiero ver surgir

del absoluto blanco

tus cabellos castaños

brillando de sol

anidados de pájaros

colmados de flores

………………….

que tus brazos sean

ríos de agua fresca

y que

en sonora cascada

de tus pechos descienda

la vida

en el más hermoso valle

de tus entrañas.

 

Siendo vida

luz y llanto

la esperanza nueva.

 

Quiero pintarte

crearte

como si fueses

el universo

……………………

y cuando termine

la última pincelada

observarte enamorado

darte vida

en mi mente desquiciada

confundirme

entre los frescos oleos

……….

poseerte

en infinidad de colores

mirarte como me miras

y morir

lentamente

mientras te amo

en la prisión

del marco dorado.

 

 

 

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios4

  • Hugo Emilio Ocanto

    Tus bellas y sentidas letras... ideales para colocar en un cuadro...
    Bellas, poeta.
    Un abrazo.
    Hugo Emilio.

    • Esteban Mario Couceyro

      Gracias por tus generosas palabras, Hugo Emilio.
      Un abrazo fraterno.
      Esteban

    • Luibarca

      Enmarcar el amor bellamente descrito en tus versos.
      Gran placer leerte, amigo Esteban.
      Un abrazo.

      • Esteban Mario Couceyro

        Gracias Luibarca, son locuras de un pintor enamorado.
        Un abrazo.
        Esteban

      • larisadelesqueleto

        Crear vida, libertad, amor, belleza y morir en esa dicha.

        Un abrazo

        • Esteban Mario Couceyro

          Todo artista, se enamora de su obra.
          Un abrazo.
          Esteban

        • Carlos Eduardo

          Fetichismo poético.
          Un abrazo poeta

          • Esteban Mario Couceyro

            Es cierto, hay en la obra, cualquiera sea, un enamoramiento con tinte fetichista, donde el hacedor, siente impunidad, casi la misma que pudiera sentir Dios, sobre sus actos.
            Un abrazo.
            Esteban



          Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.