¿En qué, esternocleidomastoideo,
pensó el cura cuando te bautizó?
Aún no le habrá perdonado dios
por adjudicarte un nombre tan feo.
Si intento pronunciarte, me mareo
y en mi lengua se atasca hasta el sabor.
Deletrearte me da desazón.
Siento tortícolis cuando te leo.
He decidido escribirte un soneto
porque en el romance no me cabías.
Más que a músculo, me suenas a estafa.
Tu distensión acapara un panfleto.
Eres tan largo como un pan sin días.
Tatuaje para un cuello de jirafa.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2018 a las 09:52
- Comentario del autor sobre el poema: Esta palabreja es la más larga de nuestro fantástico idioma. Hace referencia a un músculo que tenemos en el cuello y todo apunta a que es el músculo que más sufre en los espectadores de un partido de tenis, sobre todo de los que se sientan en el centro de la primera fila.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 211
- Usuarios favoritos de este poema: F-JAZ, Anisleyvis
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