Yo me enamoré de ti sin conocerte
y creí en tus palabras tontamente,
desde que te vi empecé a quererte,
y hoy no puedo sacarte de mi mente.
Nuestra edad no fue el impedimento,
creí siempre que la noche era bella
pero nunca entendí ese sentimiento,
dijiste amarme y dormías con ella,
Tenías tus hijos que son tu orgullo,
y a pesar de eso yo mi amor te di,
hoy quiero decirte sin mucho barrullo,
que solo quisiste lo mejor de mí.
Solo tus amigos saben de lo nuestro,
y a otros quizás también les interesó,
déjame decirte como el padre nuestro,
que extraño tu aliento, tu voz y ese beso.
Pero qué más puedo ahora pedirte,
si soy yo tu encanto en tu atardecer,
quédate en silencio y déjame mirarte,
porque sé que más tarde voy a padecer.
Es amor prohibido y no debo negarlo,
es mejor que te marches y no me hagas sufrir,
ella es tu mujer, te merece mucho y debes amarlo,
pues yo no voy a olvidarte, lo haré al morir.
No quiero sentir de tus hijos sus lágrimas,
cuando cada noche te busquen a ti,
yo me iré en silencio sin mirar atrás,
pero es preferible que vivas sin mí.
- Autor: Federico Mendo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2018 a las 08:44
- Comentario del autor sobre el poema: poema escrito para Roxana Pando Huaccha
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
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