El viento deja los besos
que mandaste con sigilo
y me llegan en la tarde
y con ellos tu cariño,
besos tiernos, besos dulces,
de caramelo y tomillo,
besos que envían tus labios
a través de un buen suspiro,
y es que el nordeste ya arrecia
en las plazas y caminos,
y menea las ventanas
sacudiendo los postigos,
y aunque los besos se queden
en el labio prometido
siempre serán de, ese viento,
un mensaje más bien tímido...
Al viento mando mis besos
para que duerman contigo,
en ese lecho dorado
donde dormitan los niños,
quiero que busquen tus labios,
y que sofoquen sus gritos,
y que en silencio se duerman
para que sueñes conmigo,
yo sentiré que tus ojos
se van quedando tranquilos
y que tu cara se queda
como ese versos perdido,
y es que los besos y el viento
son a los labios, sencillos,
como una vieja solera
donde gustar el buen vino...
"...El viento toma los besos
y los lleva a su destino,
donde unos labios a otros
se recuerdan que están vivos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/18
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