El medio día, ausente de sombras
lleva en su aire espeso
el presagio bochornoso
de un negro horizonte
al noroeste.
Las primeras ráfagas
envolventes
en fantasmales remolinos
anuncian la tormenta.
En mi mano
se completa el arma
miro lejos
quizá para no
verme
en medio de esa vasta planicie
donde
la escala se trueca
haciéndome desmesuradamente
enorme.
El viento se torna continuo
el polvo
pierde la visión
transformando nuevamente
la realidad.
Comienzan los truenos
feroces
que hacen
la tierra vibrar
hasta que
todo se detiene
por un disparo.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de junio de 2018 a las 11:43
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Amaneceres Abruptos, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios4
Ahora mismo esta tronando tanto aqui, que un disparo casi ni se notaria
Ni se te ocurra, eso solo ocurre en los desiertos del paisaje y el alma.
Disfruta de la tormenta, por que llevamos vida.
Un abrazo de lluvia.
Esteban
Era tan solo un comentario sin más... no tengo armas, nunca las tuve. Mi única arma han sido mis manos, para trabajar.
Si la tormenta ha dado paso a la lluvia que ya está amainando.
Gracias Esteban
Por estos sures ya gélidos, el sol juega a las escondidas.
Un nuevo saludo.
Esteban
Un auténtico disfrute tus letras, Esteban.
Gracias por compartir.
Un abrazo, poeta.
Hugo Emilio.
Gracias por tus amables palabras, Hugo Emilio.
Un abrazo.
Esteban
Jugando con fuego en los resbaladizos límites.
Buen poema.
Un abrazo
Inquietante mundo, el del suicida...
Un abrazo.
Esteban
El tema de la sonata es precioso , casi como anunciando la tormenta en el alma con el atroz desencadenante...
Un abrazo, amigo poeta
Traté que la escena fuese completamente surreal y a la vez inevitablemente real.
Un abrazo.
Esteban
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