Se amordaza el alma ver que las manos elevan oración al cielo y no hay respuestas. Solo piedras; solo piedras acunan la esperanza.
Se adormecieron…no oyen…no ven…ya no hablan. Solo hay fantasmas donde existió vida, sombras inoculares de humanos.
Ausencia es la palabra estoica del presente, golondrinas anacoretas del horizonte, vuelan sueños sin dueños por la negrura, no hay presagio.
Tristes maquinas esclavitud certera, sistemas organizados obesos amorfos ególatras de poder, con humedad y menstruación de tierra, han acrecentado sus bolsillos, mutilando expectativas follando generaciones para subsistir del parto de fronteras.
Laberintos carcelarios donde el clamor tritura desesperanza y solo albergan rencor, odio y más miseria.
¡Denle drogas! ¡Denle armas! ¡Dejen que se maten entre ellos!
La hija del sol, hoy es una adicta marginal que tu poder doblegó.
Una cosa, país sin nombre, no se apagara la voz, el libro de los poetas se lee en bocas indigentes, la miseria tiene letras ofrendadas con estirpe fraguada.
Aimara
- Autor: aimara ( Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2010 a las 21:14
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell
Comentarios1
Muy fuerte tu poema repudiando el sistema social politico imperando donde los sistemas organizados son los que dominan y no encuentras nadie que resuelva nada, muchas frases preciosas que me gustaron me lo llevo para analizarlo bien amiga, te felicito.
Muchas gracias por leer mi texto “La hija del sol”
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