Una huerta
con naranjas,
limones
en un limonero,
abundantes y pequeñas
teresitas
es mi infancia.
También abundaban los aromas
creados
por mi abuela,
lejos
de elegías existenciales
y preguntas
sin respuesta.
Una huerta
donde los sueños
se cosechan en los árboles;
se comen
con suaves panes
rellenos de futuro
y aroma de entusiasmo.
Siempre
encuentro la ruta
para llegar
a mi huerta.
Una estrella polar
traza
en el aire
el camino
a pesar del mare magnum
de recuerdos intermedios;
dibujando líneas inconexas
de árboles y estrellas
en las que se transporta
el jinete de la infancia.
- Autor: minsandi ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2018 a las 23:50
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Shane Spielrein
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