Era de noche cuando moriste,
supongo que ahora yo me siento tan sola como tu te sentiste
cuando te deje en aquella habitación, agonizando.
Lo he pagado, lo estoy pagando y pagaré
toda mi vida por ello, lo se, es justo.
Con tu partida lo único que quedo de mi
fue un recipiente roto, que derramo
todo lo bueno que tenia (que no era mucho)
y se relleno con rebosante ira, desesperación e hilaridad,
eso dejaste atrás.
Aunque si todavía estuvieras aquí me
habría convertido en lo mismo, solo que un poco mas tarde.
Al fin de cuentas no estoy así por tu muerte
si no porque apareciste en mi vida.
No voy a ser hipócrita y decir que en vida fuiste una persona maravillosa,
porque fuiste un hijo de puta, un gran cabrón
y sobre todo conmigo, lo sabes.
Ahora ya no se si te abandone en tu lecho de muerte
por todo el odio que sentía y todavía siento por ti o
por este maldito amor tan grande.
Si me quedaba tanto el odio como el amor se nutrirían
y no sabia cual crecería más, me dio miedo, me aterrorice.
(todavía sigo asustada y creo que siempre lo estaré, lo merezco)
Pero ahora cuando ya no estas, si se decir cual
de esos dos sentimientos es mas fuerte, y la
verdad no se si estoy complacida.
- Autor: Daniela Agudelo Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2018 a las 17:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, Shane Spielrein
Comentarios1
Querida Daniela ,
expresados los sentimientos ,
el alma se relaja y logra descansar .
Mi cariño , y
Mi càlido Abrazo .
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