AVISO DE AUSENCIA DE Verano Brisas
Ninguna
Ninguna
Fruto de conde y princesa,
vivió continuamente
entre La Guerra y la Paz
por la dulce inclinación hacia su tía,
su sierva concubina, y en términos finales
su malgeniada esposa,
quien tuvo el valor de transcribir
siete largas veces aquel libro colosal,
como testimonio de respeto
por su gran capacidad de creación.
¡Pero ni eso la salvo de la autocracia!
Fue una celebridad viviente:
De los rincones más apartados de Rusia,
sin contar los demás del continente,
llegaban centenares buscando su palabra
y atraídos por su porte legendario.
La acidez matrimonial no fue un obstáculo
para engendrar tan numerosos hijos,
y por último,
vistiendo lo mismo que sus siervos,
morir de pulmonía en la región de Astápovo
cuando era más patente su vocación de asceta.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2018 a las 11:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
Comentarios2
Ni principe Andrei
ni historias de anacoreta;
estilita sobre una vela de...
ideas. Ja ja ja.
Buen sentido del humor, el tuyo, mi querido amigo.
Recibe un cordial saludo.
Un León que le escribió a Ana, saludos.
Gracias Al; eres muy amable. Recibe un cordial saludo.
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