Si me señalas la luna
te miraré el dedo.
Tu sombra es lo que importa.
Ponme tus ojos a la vista
para que pueda asomarme
al alma.
Encajo los míos en los tuyos
hasta mezclar colores.
No me distraigas con armas
de mujer.
Lo oscuro de tu caverna no es
ausencia de luz, es no saber.
Me absorbes hasta caer tras el
horizonte de sucesos.
Creo ver la otra cara de tus lunas.
Beso tus mil mejillas, celebro el
encuentro que buscaba.
No me distraigas, cuelga tus espadas.
Te contoneas, te sabes inerme.
Pronuncias tus senos remarcando
los acentos, sin logro.
No me distraigas.
A estas horas tus ejércitos duermen
en un carcaj, en una vaina que piensa
y se estremece.
Color de una piel que excede el simple
tacto, y con ello mis imperios.
Busco solo tu cuenca, tus montañas
quedaron atrás.
No quiero tu simiente,
dame solo tus ventanas.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2018 a las 16:11
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando lo que importa queda oculto a los ojos.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: F-JAZ, Ana Maria Germanas
Comentarios1
Ni mas ni menos ....
Te encuentro en tu poema, horadando,los misterios, deseando dilucidar la esencia, amar esa intangibilidad profunda, la que es verdadera, el ser ....
Alberto querido, cuanto entregas, con tu pluma, esta que habla de tu alma ...
Te quiero amigo mio.-
Gracias, yo también.
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