En las fauces de la Tierra,
quiero mi cuerpo dejar.
Mi pensamiento volar,
más allá de las estrellas.
Dando a mi mente la idea,
que ajuste mi corazón.
Que muera la sinrazón,
que rompe la Madre Tierra.
No comprendo la razón,
del afán de destruir.
Ni imagino en mi sentir,
que la vida se destruya.
Cavando fosas sin nombre.
Se pierde en el horizonte,
la verdad de la existencia.
Apelando a la conciencia,
quiero mis gritos alzar.
Recuperar la cordura.
Sombra que abate la vida.
Negra sombra que anochece,
amaneceres y días.
Negro borrón en el libro,
que se escribe con ternura.
Veloz traspasa la duda.
Lenta se fragua la pena.
Dolor de vivir sin senda,
para seguir el camino.
Rompe el viento el estornino.
Que con su pico amarillo,
va revelando su sino.
Sonrisas en el zaguán.
Más gestos patibularios,
en la sima del volcán.
El volcán donde se abrasan,
los infelices esclavos,
Sometidos al desmán,
de sus nefastos tiranos
Grises luciérnagas lloran,
luciendo en la oscuridad.
En las fauces de la tierra,
quiero mis penas volcar.
Que se quede la esperanza,
en mi vida al transitar.
Que los sueños sean de miel,
y las risas de azafrán.
Los pensamientos de Luna.
De nácar la soledad.
Mientras los versos flotando,
busquen la felicidad.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de junio de 2018 a las 06:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, underthemoon
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