Tortuosas ruedas contemplan
la niebla a ras de suelo.
El jergón rebosa viandas
y los músculos están tensos.
¡Ay amor! Horizonte de festín carnal.
Esculturas pedregosas profanan
la piel, dislocan huesos;
el sudor cae en gruesas gotas,
recuerda al mar, las olas
nos golpean la espalda. Mira, amor ,
libélulas creativas dibujan
un corazón con sus abdómenes.
Recuperamos.
Se agrietan nuestras camisas
y la sangre se agolpa en la ventana;
zarzales lánguidos que lloran,
aulagas en flor muerden la pantorrilla,
Se nos pierde la mirada
tras una alondra en su nido.
-aún nos quedan granos de besos.
Negruras
se desgajan, untándonos de barro.
El aire ya no alimenta,
caminar empieza a no conjugarse,
dos pájaros se aparean,
nadie los distingue.
Ayer te vi, deslumbrabas.
En la enésima jornada
la niebla abre sus puertas,
el rey Sol nos saluda
y dejamos correr cristalinas
miríadas de besos –orgías.
Ya estamos preparados
para el próximo viaje.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de junio de 2018 a las 13:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
Comentarios1
Belleza,
Saludos poeta
Gracias, Tokki. Un saludo
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