Cuando llorar no basta

¿Para quién escribes?
¿Para quién? Siempre me preguntan eso
Siempre escribí para mí
¿Por qué?
Eso es distinto
Yo escribo para huir
Escribo porque nunca supe como debo comunicarme con mi voz

Escribo porque llorar ya no basta

Muchas veces intenté pedir ayuda
Pero ellos no escuchan
Las sombras que me rodean crecen, sus dientes se afilan, los gritos suben de volumen por sobre mi voz

Asi que me escondo
Cierro mis ojos con fuerza
Me alejo en silencio
Desaparezco del mundo
Y nadie se percata de mi ausencia

Escribo porque mi alma quema
Arde todo el tiempo y yo estoy en llamas
Mi esencia se vuelve ceniza dolorosamente
Pero me quedo en silencio
Ya no pido ayuda
Ya no uso mi voz
¿Cómo sonaba mi voz? Ya no recuerdo

Mis letras son mis únicas confidentes
Pero el fuego del alma me está consumiendo
Veo alrededor nerviosa
¿Debería?
¿Debería pedir ayuda una vez más?

No

Escapo, me callo, desaparezco sin que nadie se percate
Y escribo…
Escribo enojada
Escribo triste
Escribo enamorada
Escribo fragmentada
Escribo a veces feliz

Grito al vacío sabiendo que ya nadie me salvará
Camino en el borde de esta azotea
Si caigo seré un recuerdo triste por un momento
Si mantengo el equilibrio seré un estorbo

Siento que valgo más, estando muerta

Llueven letras
Llueven lágrimas
Arde mi alma
Se amontonan palabras
Y las paginas se amontonan, se amontonan

Escribo porque mi corazón duele
Y aunque intente explicarlo
No me entienden

Escribo porque mi mente es caos
Y aunque intento pedir ayuda
No me escuchan

Quizás mi existencia, como mis palabras
Se desvanezcan en el tiempo
Por irrelevantes
Por grises
Por invisibles