Todo comenzó en esa orilla
donde el mar
como las palabras
llegaba
y luego se disolvía en el silencio.
Yo sentado frente a él
lo miraba hipnotizado
la bastedad
y ese infinito movimiento
de llegar
para irse
y luego volver.
En cada golpe de ola
esas espumas
que dejan la humedad
brillante del mar.
Pensaba al ver
en los hechos
de mi vida
y solo huecos encontraba.
El mar horadaba
mi alma
en cada golpe
mientras anochecía
en un horizonte naranja
del que regresaban las últimas gaviotas.
Me incorporé
y lentamente fui caminando
hacia la costa
hasta que el agua
fue atrapando
mis pies.
Al amanecer
el mar
se retiraba
abandonándome
sobre la arena
una vez más.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2018 a las 10:19
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Hugo Emilio Ocanto, María C.
Comentarios4
Excelentes tus letras, Esteban.
¿Cuándo me vas a visitar, hermano?
Te espero.
Un abrazo
Y el mar lame la blanca arena ... dice la canción.
Lindo poema, gracias
Un abrazo poeta
Gracias Tokki, siempre el mar trae historias interesantes.
Un abrazo.
Esteban
El mar...ese ser vivo tan misterioso que nos subyuga...
Bello poema.
Un abrazo
Vivo cerca del mar y le temo tanto como le amo...
Un abrazo.
Esteban
Oh que hermosura,
Mar que vas y vienes,
cuando te retiras que solos
estamos los que te contemplamos.
Un abrazo.
El mar tiene un poder hipnótico, casi como un retorno a la placenta materna...
Un abrazo.
Esteban
Mucha verdad dices Esteban, el mar es fascinante, roba el corazón.
Un doble abrazo, buen domingo te deseo.
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