Llora el cielo,
no se cansa,
llora,
lloran las aguas,
Quizá esas lágrimas endurecen a mi alma.
Tal parece que la Tierra tenía sed,
Yo no puedo compartir esa indiferencia de los vientos,
Y desde esta vieja ventana, sólo observo;
como las aguas se llevan incesantes
Un olor profundo a barro
y un corazón apegado a su niñez.
- Autor: Edgar De La Cruz Rosfel ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2018 a las 11:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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