Padre: ¿vamos a jugar?

Padre es una palabra
fácil de pronunciar,
que significa amor y amar,
pero también responsabilidad,
Y responsabilidad sin posar.
No modelo ... solo padre real.

El orgullo de ser padre,
Padre con valores
no tiene pares.

El amor de padre es inquebrantable.
Es como la tranquilidad del mar.
Es la piedra fundamental.

Que la virtud sea tu regla de vida.
Y la conducta de tu mirar sereno.
Que el caminar limpio
de la honradez sea tu camino.

Debes ser un modelo a seguir
y debes imprimir
la nobleza del alma
marcada en su frente.
Y los valores morales
marcados en su mente.

Dales a tu hijos la ilusión
de soñar que tu eres
el mejor de los padres. 
Y que se enmarque en sus caritas
la dulzura infinita de los primeros años
y la inocencia de sus infantiles juegos.

"No vengas tarde papa
cuando tu llegues 
yo ya estaré dormido".
Bellas palabras que mueven 
los sentimientos más duros.

Tus hijos te esperan,
día a día a la hora convenida,
otean desde la ventana
o esperan detrás de la puerta,
ansiosos de que llegues
para un susto poder darte.

Y si sigues el juego,
los niños morirán de risa,
con esa alegría infantil,
que contagia y da fuerzas
para fortalecer el camino.

Padre inventor de juegos.
Eres el héroe de aventuras
de todas las noches
al terminar el día.

Los niños reirán soñando
y soñarán riendo.
El padre tu también eres 
un creador de historias. 
Un narrador de cuentos
de las horas tranquilas.

Dales todo el amor sin compartir
y nunca los abandones porque
abandonar es de cobardes.

Cuando crezcan
se padre, amigo y confidente.
Dales la mano y un abrazo 
para darles confianza.
Señálales el horizonte.
Escucha y alienta.

Antonio Encinas Carranza
D. R.