A veces querría
cortarme las venas del alma
a base de shotcitos de ron
y vigilar que a mi sombra siga atado
beberme de un trago la noche
y amanecer entre sábanas de seda
en una cama extraña,
en una casa ajena,
al lado de una mujer que no conozco
a veces quisiera
vivir a la intemperie
como un perro callejero
vagabundear
por las calles gastadas
de esta ciudad
sin pausa
ni destino
me gustaría
no tener nombre
ni apellidos
ni domicilio
ni documento alguno
que pudiera identificarme
solo un boleto de ida a ningún lugar
y un par de zapatillas nuevas.
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