Si envídio al apátrida sin rumbo fijo
porque sabe que algún día llegará a una tierra
donde será bienvenido sin virgen ni crucifijo
y entrará por una puerta que nunca cierra.
De la tierra somos vecinos, no propietarios
a veces nos peleamos en guerras sin sentido
olvidamos que no somos ricos, sino proletarios
y que debemos amarnos hasta el último latido.
Cuando un navío atráca en tierra desconocida
porque una extraña enfermedad afecta a los marineros
no sabían que aquellos indios les salvarían la vida
curándoles con hierbas , venciendo el escorbuto serían los primeros.
Tras las elaboradas vidrieras del templo
hay una historia de robos y saquéos
la construcción de grandes catedrales son un ejemplo
de que fueron obras de rapiña y grandes ateos.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2018 a las 13:54
- Comentario del autor sobre el poema: No puedo remediarlo, cada vez que pisaba un gran monumento hermoso y decorado con rico materiales, como el oro y otras lindezas, pensaba, cuanta sangre derramada hasta llegar a esto, solamente me consolaba la hermosura del lugar.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 60
Comentarios2
"De la tierra somos vecinos, no propietarios". Saludos
Los marineros enfermos padecían del escorbuto y sus salvadores eran desconocidos indios de la costa californiana. Eran mucho más humanos que míster Trump
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.