El oscuro callejón,
albergaba su secreto.
En la profunda oquedad,
desplegaba sus conceptos.
Dando valor a lo humano,
pero respetando el resto.
Perdidas encrucijadas.
Donde se mezcla lo bueno,
con los podridos deshechos.
Donde el camino a seguir,
pone el futuro en barbecho.
El nombre casi no marca.
Van definiendo los hechos.
Con asombro va oteando,
el horizonte lejano.
Torna la escalada larga.
Y cortos se hacen los pasos.
En la cumbre se resuelven,
los taimados acertijos.
Los ojos se van nublando,
ante tanto sacrificio.
Pierde la sombra el humano.
Cuando su cuerpo finito,
va perdiendo su tamaño.
Pedazos del corazón.
Vestigios de negro y blanco.
Inviernos y primaveras,
en su vida salpicando.
Infinidad de experiencias,
en tan reducido espacio.
Amores que se diluyen,
como ídolos de barro.
Amaneceres y noches,
con sufridos altibajos.
Breves momentos de euforia,
pero intensos en su grado.
Y saltos en el vacío,
cuando es enorme el agravio.
Apacibles melodías,
que amortiguan el cansancio.
Un torbellino se lleva,
lo que se encuentra a su paso.
Más quedan los sedimentos,
listos para saborearlos.
Más fuerte se vuelve el Hombre,
si derrota a su pasado.
Con más fuerza se levanta,
cuando sale del tornado.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2018 a las 05:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.