No me gustan las espinas,
Pero me encantan las rosas,
El hombre que es detallista,
Mantiene feliz a su esposa.
El amor puro existe,
Muchos quieren encontrarlo,
Aunque Don Julio me dice,
Que es como muela de gallo.
Algunos buscan tesoros,
Donde saben que no hay,
Otros arriesgan sus vidas,
Y van al fondo del mar.
La vida es tan compleja,
Que a vivirla no aprendemos,
Aunque vivamos mil años,
Los errores son eternos.
Siempre me he preguntado,
Por pura curiosidad,
¿Quién graduó a los graduandos
De la primera universidad?
Los bienes de los difuntos,
Los dejan casi toditos,
Solo se llevan sus cajas,
Y sus hermosos vestidos.
Lo malo parece bueno,
Lo bueno está desfasado,
Esta es una corriente,
Que muchos están apoyando.
No me importa que me digan,
Que soy un hombre anticuado,
Prefiero el discernimiento,
Que mis padres me enseñaron.
- Autor: Faviro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de junio de 2018 a las 10:02
- Comentario del autor sobre el poema: Dios les da a cada ser humano su cerebro para que lo use con su libre albedrío y este es único. No se fabrica en series. Por lo que utilizarlo con el manual de otros 24/7 es un craso error.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Ma. Gloria Carreón Zapata., Al4T
Comentarios1
Bellos y reflexivos versos estimado autor. Mis felicitaciones. Un cordial saludo desde México.
Gracias Ma. Gloria. Me alegra que le guste. Feliz dia!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.