Un día, mientras dormía, entraste en mi mente, con
gran sigilo logrando arrebatarme un beso...
Se, que buscaste el camino para llegar a mi corazón,
encontrando un atajo que tenía tu nombre.
De regreso, se te escapó un suspiro, al lograr irte
en silencio de mi sueño, pero quedó tu aroma, y
esa fue la huella, que reveló tu visita. Al despertar,
supe con seguridad que la tierna intrusa fuiste tu.
Manifiesto que al día de hoy, ese suspiro emitido
aunque lejano, forma parte de mi, al establecerse
en el puerto de la dicha.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2018 a las 03:10
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 47
Comentarios1
Bello saludos
GRACIAS LUIS.RO
UN SALUDO
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